¡BIENVENIDOS AL BLOG "CANTOS RODADOS"!

Hola, soy Teresa Ariza.

En Mayo de 2013 tuve la feliz idea de presentar el borrador de un libro largamente escrito y largamente acariciada la idea de compartirlo con la gente; no sólo con mis conocidos y amigos; no, no sólo con los de siempre, sino con mucha gente más: gente desconocida, diferente a mí, de edad distinta, de gustos y vivencias distintas, gente variopinta, deseosa de leer, de descubrir a través de la lectura los mundos interiores y exteriores, los pensamientos de los escritores y personajes; gente insospechada, inquieta o tranquila, apasionada o calmada, enamorada tal vez, tal vez temerosa, gente atormentada, abandonada, caprichosa, egoísta, generosa... Mujeres y hombres con una o varias vidas que contar, con muchas vidas que escuchar, con anhelos y sueños, duelos y desgarros...gente traída y llevada, arrastrada por el río como mis cantos rodados.

La feliz idea se hizo feliz realidad a los pocos días cuando me llamaron para decirme que el libro se publicaría en DAURO, una editorial que en Granada es todo un referente. Para mí fue como alcanzar con mis manos un sueño alojado en un cúmulo que de pronto, movido por el viento, llegaba a mis manos.

Y aquí estoy, con mis "Cantos Rodados", desnudos en el cauce de la vida, en el torrente veloz del mundo editorial - mundo efímero donde los haya - y viendo mi libro en muchas manos. Mi deseo se ha cumplido y estoy feliz de asistir a este acontecimiento.

El libro se presentó el 14 de octubre en el salón de plenos del Ayuntamiento de Granada, con mucha asistencia de público y una hinchada fantástica que me aupó hasta rozar el delirio (me refiero al delirio mío, al que yo experimenté)

Y en este blog pretendo seguir compartiendo con todos mis lectores todo lo referente a su contenido - estoy abierta a preguntas y dudas que no sean muy complicadas - y seguir informando de los actos o presentaciones en donde mis "Cantos Rodados" y yo, acompañada por mi editor y por mi pianista, estaremos presentes, porque yo espero tener cerca a gente que viva conmigo estas emociones que, sin vosotros, están vacías y no me sirven.

Un fuerte abrazo con todo mi cariño y ¡ Larga vida al AMOR!

domingo, 2 de febrero de 2014

Quiero compartir con vosotros tres poemas de mi libro



De la primera parte (ANTES)

ME DEVORA TU AMOR
Me devora tu amor,
me consume por dentro,
al tiempo que me llena hasta saciarme.
Noto mi cuerpo inquieto, atormentado,
enervado, feliz, sobreexcitado,
navegando en tu voz y en tu cintura,
deseando lo nunca deseado,
bebiendo de tus fuentes cristalinas,
empapando mis carnes con tus aguas,
alimentando el alma con tu savia,
calmando mis ardores en tus besos,
llenando mi desván con tus recuerdos,
sintiendo renacer mi alma dolida,
latiendo adolescente el corazón...
Obras en mí el milagro de la vida.

De la segunda parte (DURANTE)

 CUANDO TE ABRAZO
Cuando te abrazo,
siento que abrazo a un árbol
fuerte, de verde copa y altos vuelos.
Tu copa me regala su follaje
de colores verdosos y amarillos;
me regala los pájaros inquietos
que se posan y cantan en sus ramas.
Tus brazos me sostienen y yo crezco,
para robar las nubes a puñados.
Tus hojas como lluvia me refrescan
las ganas de vivir y de tenerte.
Y siento al mismo tiempo tus raíces
pegarse a mis raíces y enredarse
mis pies, viejas raíces, con los tuyos
y hundirnos en la tierra mansamente.

De la tercera parte (DESPUÉS)

HUECOS (2)
Donde el llanto corrió como un torrente
nadando en un suspiro atormentado
por cauces desbordados y crecientes,
se arrincona la noche y se acurruca
en el lecho mortal donde no cabe
tanto dolor sin límite ni orilla.
Al calor de las lágrimas calientes
acudo por fundir el duro hielo,
por ver si puedo atemperar mi duelo.
Y me escondo en los huecos de tu ausencia,
esa ausencia que evoca tu presencia,
esos huecos tan tuyos... que los quiero.

jueves, 14 de noviembre de 2013

NOTA DE LA AUTORA DE “CANTOS RODADOS”.                        Teresa Ariza Periáñez

Este poemario no es más que una pequeña historia en verso de una imaginaria historia de amor. El amor nace, crece, se desarrolla y muere. Y se asemeja – pero a la inversa - a los CANTOS RODADOS que encontramos en las playas y en las orillas de los ríos que, a  fuerza de ser arrastrados, rotos, consumidos, rozados, acariciados, deslizados, maltratados, descuartizados, transportados, puestos al sol, expuestos al relente, aparcados, abandonados y vueltos a rodar… lo que era una piedra asimétrica, con esquinas y bordes abruptos, se convierte en una pieza suave, redonda, alisada, compacta. En el amor suele ocurrir lo contrario: Los comienzos son suaves, lisos, sin fisuras… y, poco a poco, van saliendo las asperezas de la rutina, las estrías del cansancio, las aristas de la crispación y el canto rodado se convierte, con el paso del tiempo, en dura y áspera piedra.
Siempre me ha fascinado el fenómeno de la erosión, esa fuerza a veces muy leve, otras ingente y rugiente que, poco a poco o en grandes y desastrosas embestidas, es capaz de transformar un paisaje, la composición de un suelo o la fisonomía de una playa, con su acción constructiva o destructiva. El paso del tiempo es esencial en el proceso de erosión y va unido íntimamente a él, lo que le da para mí una dimensión de eternidad y un valor evidente en la evolución del medio y de las especies. La erosión también es constatable en el cuerpo y la vida humanos.
En este poemario invento una historia de amor entre adultos con el planteamiento muy común todavía del “Gavilán o Paloma” del recordado P. Abraida en la que, no se sabe por qué extraña razón, los papeles del gavilán y la paloma se reparten por razón de género. Obra no sólo fruto de la inspiración, si es que la hubo, sino de la observación, de la reflexión, del salir de mi misma para ponerme en la piel de otras mujeres, poniendo en primera persona sentimientos y situaciones inspirados en hechos, historias cercanas e incluso basada en cualquier comentario esporádico escuchado en esas conversaciones dramáticas que cualquiera de nosotros puede escuchar en el autobús, cualquier jueves a las tres de la tarde. Otras muchas veces mis poemas se basan en la pura imaginación de situaciones con las que arranca mi proceso creativo.
He querido trazar un recorrido por esa historia amorosa y, para ello, he dividido el poemario en tres secuencias temporales, dentro un sencillo  hilo argumental:
ANTES
   DURANTE
     DESPUÉS


Deseo a todos mis potenciales lectores y sobre todo a mis lectoras, que el amor les llegue y no se les vaya, que lo disfruten y lo vivan con pasión y con ilusión desbordadas. Y que trabajen lo imposible por conservarlo si lo reconocen como auténtico.

martes, 12 de noviembre de 2013

Prólogo para "Cantos Rodados" de Miguel Caballero Pérez.

Una de las cosas más placenteras que me han ocurrido, y un reto, ya que no soy un
especialista en literatura, ha sido que Teresa me pidiera prologar la edición de su
primer poemario publicado "Cantos Rodados".
Conocí a Teresa en uno de esos lugares que irradian energía, uno de esos,  en los que
compartir  es el objetivo y la máxima aspiración de todos los que frecuentamos la tertulia
literaria del café Continental, por el simple hecho de disfrutar de las lecturas, de la charla,
de la poesía, de la amistad... Y me viene a la mente una frase del gran poeta Federico
García Lorca que invita al disfrute de la vida y de la poesía:
Desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tiene pocos días y tan sólo
ahora la hemos de gozar.”
Y no hay mejor definición de la poesía que la que nos dejó escrita:
Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y
que forman algo así como un misterio.”
En el misterio de "Cantos Rodados", encontramos un estructurado torrente de emociones.
Nadie como Teresa para expresar mediante palabras preñadas de amor, esa
sensibilidad característica de su poesía que, a través de sus Cantos Rodados, nos ha hecho
rodar de modo temporal a veces, o  intemporal otras, por el mundo del amor.
Lo describe muy bien en sus palabras iniciales para que el lector no sea presa del equivoco
Es un poemario que sorprende a medida que se va avanzando y profundizando en él.
Como la seguridad de un río que nace en sus cumbres y que desemboca en el mar, con sus
versos, extraordinariamente  muy bien perfilados. Con la agudeza de la daga, que se clava
en el corazón para atrapar al lector y no dejarle escapar hasta el último verso.
Son ese tipo de versos pulidos por las experiencias, los que en su curso modelan los cantos
rodados.
Yo también me había parado a pensar, hace años mirando hacia la orilla, en lo especiales
que son esos Cantos Rodados, que aparecen cercanos a cada rebalaje y que poseen una
historia indescifrable en su modelaje, en el porqué de su color y forma. Esas piedras suaves,
torneadas por las olas y la arena, por la erosión natural. Y eso es lo que hace la autora,
aunar la naturaleza de la palabra, con la inmensidad del amor, y el mar siempre como telón
de fondo.
Un mar embravecido, agitado, angustiado, hambriento y negro, luminoso y vital, furioso,
pletórico y eufórico, infinito, como esta colección de imágenes poéticas que tiene en sus
manos. Colecciones de experiencias vividas, sentidas o imaginadas, convertidas en poesía,
palabra amorosa o novela rimada; para el deleite del lector, que abre una puerta hacia un
mundo íntimo y poético, ligado al sentimiento más abstracto e inmenso: el amor.
Su lenguaje combina la naturalidad de la palabra llana, con la belleza de sus comparaciones
y metáforas, personificaciones e imágenes naturales que nos transportan y transforman.
Un lenguaje claro y directo, como la vida misma que hace que llegue a todo tipo de lector.
Porque no es mejor la poesía más retorica y enrevesada, ni la que mas cultismos posee,
sino aquella que consigue llegar a todos los corazones creando una musicalidad envolvente.
Es poesía muy cercana y tremendamente sincera.
"Cantos Rodados" es una historia en verso que nos arrastra y nos hace rodar como cantos
mecidos por las olas. Este libro huele a mar, a jazmín, a luna, a tierra, a pájaros posados
en ramas con flores y arroyos.
Hace juegos de luces y sombras, que combina con  una amplia pátina de sentimientos
acuarelados, que pasan por toda la gama de colores.
El poemario se divide en tres partes o etapas, porque el amor, como todo lo vital; crece,
evoluciona y se transforma.
1ª ETAPA: ANTES.
Pablo Neruda nos dice:
Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso, ¡qué soledad errante hasta tu
compañía!”
En esta primera parte nos habla del enamoramiento desde la lejanía, de esa angustia,
zozobra e ilusión. El amor como algo que revoluciona el ser. Amor desde el pensamiento,
el coqueteo, amor profundo y tierno, casi platónico, que se vive tan intensamente que no se
puede separar el pensamiento ni un instante de ese amor que aun no es correspondido.
Amor, como el vapor  encerrado en la caldera a presión del sentimiento intimo que trata de buscar el camino hacia la válvula de escape por la que fluir y mezclarse con la atmosfera de la correspondencia.
2ª ETAPA: DURANTE.
Nos presenta el amor compartido, entregado, el momento culmen en la que la persona
amada y la que ama, son la misma. Esta parte comienza con el poema “Alhambra”. uno
de mis preferidos dentro de esta selección de poemas. Esa Alhambra o “castillo rojo”,
emblema granadino. Personifica al amado en "el aljibe limpio de tus ojos”. El amor como
una dulce droga, que ofrece paraísos y luego los esconde. Esa dicotomía de infierno y
paraíso que ofrece el amor eterno “como de mil primaveras” nos habla del tempus fugit, la
fugacidad del tiempo cuando la felicidad es completa, y de este tema muchos podríamos
escribir un triste y fundamentado tratado.
3ª ETAPA: DESPUÉS.
Como dijo Neruda en su poema 20:
“Es tan corto el amor y tan largo el olvido”.
Por ello, a veces, los sentimientos más intensos los provoca la ausencia, el
desgarramiento del alma, que hace florecer el espíritu en su máxima desmesura.
Esos en los que alma se envuelve en su capa de melancolía y es entonces, cuando
el mar se convierte en la desembocadura de las lágrimas, en un remolino de tristeza y
extrañeza en la que te envuelven las palabras de Teresa, con una profundidad más
arraigada y marcada en un corazón que se desangra o estalla de amor, para luego alejarse y
encontrar la soledad. La ausencia del amado deja una terrible impronta de tiempos rotos,
tiempo que se vuelve implacable. Y su mar vedado, la corriente, una amenaza de
desesperación. Huecos imposibles de rellenar, casi ni siquiera con la argamasa del recuerdo
nadando en un suspiro atormentado, que nos hace naufragar en el desamor. Ese que antes
fue amor desbocado, ilusión desbordada y pasión.
Pablo Neruda nos vuelve a decir:
“Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida.”
Unos versos de Teresa, como colofón de lo expuesto, pudieran ser estos:
De tu paso por mi... ¿qué es lo que queda? El canto de sonrisas que murieron, convirtiendo tu ausencia en un ensueño.”
Para nosotros y para  siempre quedara la poesía llena de emociones de María Teresa, y,
frente a ella, nuestra propia sensibilidad no podrá dejarnos ni indiferentes ni estoicos.

Intervención de Pilar Bueno Ferradas.

Buenas tardes a todos: Teresa es mi amiga y  os puedo decir de ella que es una de esas personas que se hace querer y respetar de una forma natural y lo mismo sucede con su obra, “ Cantos Rodados “, que hoy nos presenta.. Plena de una sensibilidad cercana, cómplice, nos sumerge en un mundo donde compartir emociones desde el primer verso. La intimidad particular deja de ser intima al transmitirse al papel, y pasa a ser una intimidad que puede albergar a todos. En este punto tiene su esencia y sentido la poesía, porque permite que el lector se identifique con esos sentimientos y emociones como si fueran suyos y así surge la magia del intercambio: la cuota de intimidad que pierde el poeta al escribir, la recupera el lector. Porque, como alguien dijo, no existe un acto más íntimo que la lectura. Teresa Ariza ha escrito un libro maravilloso para contar una historia y nos la cuenta con poemas. Es una poesía de amor, ilusión, pasión, de desgarro, silencio, vacío,  de dolor y  renacer.

En este libro vamos a encontrar un corazón que siente y se duele como el nuestro. Un corazón enamorado “Si me niegas tu luz me muero a oscuras” El amor idealizado por la ilusión, llena por completo el pensamiento de la protagonista de esta historia, y es el motor de sus pasos, pero es, como el agua, escurridizo y no se detiene, pasa sin mirarla  y ella espera mientras el aire transporta el nombre del amado.
 El amado es el mar que calma y sosiega, donde desea sumergirse para fundirse con el y renacer nueva: “Quisiera olvidar todo cuanto soy para caer en tus brazos sin memoria”. Es un amor que en la madurez la hace renacer   y vibrar de nuevo: “Eres mi inspiración, mis sueños y locuras mi vuelta a la adolescencia y todo lo llena.Prendido tu recuerdo está en mi mente.”
Vive el amor en toda su intensidad: “El corazón va a estallarme de tanto que lleva dentro”. Pero también llega la angustia, el miedo a vivirlo y a perderlo: “Ayúdame a vencer o ser vencida, a sacarte de mi vida o a quedarme en tus brazos para siempre.”
Se siente perdida en un amor que es mas fuerte que ella pero se entrega y el deseo le devora y consume y al mismo tiempo llena su alma: “Obras en mí el milagro de la vida.”
Y es que el amor no sabe de edad ni de momentos oportunos: Aunque el tiempo me marque con su mano protesto, porque quiero y me rebelo contra ese calendario que nos marca.”
Reivindica la ilusión como fuerza transformadora de la vida: La ilusión llena el camino: es nuestro tiempo”. Un tiempo dorado que hay que apurar agotando cada segundo.” Lleno mis horas con tu amor que aunque a deshoras llegó certero.” Y lo vive con pasión como una droga que por un lado ofrece placeres y por otro esclaviza y llena de ansiedades pero sin la que ya no puede estar.:”Quiero sujeta a ti, vivir por siempre.”
Siente la fuerza del amor:Tus brazos me sostienen y yo crezco”. Pero también es un desgaste atroz que la deja sin voluntad: “Perdida y naufragada, a la deriva.” Porque ya nada mas importa que ese amor: ·”Si eres veneno seré suicida, si eres el germen seré la vida.”
Hay momentos en que acude a la razón para buscar sosiego:”Tal vez será mejor no mirar ya tus ojos.” Pero vuelve a ganar el irracional corazón: “Que no cambio por nada el veneno que bebo, todo lo que brinda de placer y dolor.”
Con Octubre llega en esta historia el silencio, la ausencia, el amado se aleja:” No te tengo”. La poesía se llena de desesperación, vacíos, pena: “Si tu te vas, amor, muere la ilusión, vacío el corazón.”. Y en la tercera parte de este poemario una sentencia: “Verte partir me mata, no verte es para mí el vacío sin nombre que tus pasos dibujan”.
Y se pregunta qué es lo que queda “de tu paso por mí “Qué nos queda cuando se va el amor que todo lo era, oscuridad.:Oscuridad en el alma” dice la protagonista.
Y regresa al mar, aquel en el que se sumergió para amar y que ya no es azul, es de chatarra: “Mar donde guardar miles de besos muertos”.
Llega Enero, un nuevo año para estrenar tiempo y aceptar la pérdida:” Tapar dolores y gritar, llorar, maldecir tu suerte en las esquinas rotas de la vida”.Pero también para encontrar el camino perdido, recuperar la vida, la que es tuya: “Mi tiempo, el que me pertenece, vivir sin miedo, vivir lo que me llena  y respirar tranquila, sin venderle a ninguno mi libertad sin precio, gozando con el gozo de mi viejo universo”.
Busca su libertad y  reflexiona intentando romper las cadenas tiranas de ese amor: “Solo he vivido pendiente de tu voz, de tus deseos, de tus llamadas rotas”. Pero no es fácil:” Me retiro, me aparto pero vuelvo a estrellarme. Seguiré tropezando mientras viva por este loco empeño de tenerte aquí metido, dentro de mi vida.” La lucha eterna  entre la razón y el corazón se agudiza: “Ahora quiero desclavarte del techo de mi mente pero donde hay un corazón enamorado no sirven las leyes mas sencillas. Es anárquico, brutal, libre y esclavo”.Pero la realidad se impone es tiempo de desamor, el amado no volverá y nuestra protagonista acepta el final y reflexiona:Donde hubo un amor queda un gran hueco” pero toma una decisión vital, valiente:”Quiero sobrevivir a este naufragio”.
Y yo termino la presentación de este hermoso libro, de este hermoso  regalo, que hoy nos hace Teresa Ariza , con unos versos suyos , que son una emoción, una sensación  que yo deseo quede prendida en vuestros corazones al salir de aquí: Hoy el aire me huele a primavera”. Muchas gracias.

Intervención de Mª Eugenia Rufino Morales.

A Teresa y a los suyos los conozco desde siempre... Son amigos, parte de mi familia y por tanto parte de mi vida. Por eso cuando me invitó a participar hoy en esta presentación, aunque con cierto rubor, no pude contener la ilusión y el orgullo con que dije que sí.
Hablar de su libro, y de su obra en general, que es mucho más de lo que hoy se va a contar aquí, compete en este momento a otras personas que nos acompañan, por lo que me voy a tomar la licencia de hablaros de la persona, de Teresa.
Dada mi responsabilidad pública en estos momentos, como Concejal de Cultura y Educación de Salobreña, me cuesta mucho separar el interés colectivo del mío propio. Por eso, quiero empezar diciendo que para nosotros es un orgullo contar con una Salobreñera de honor como es Teresa; y en nombre de todo Salobreña, tu segundo pueblo, te traigo aquí hoy un fuerte abrazo y una sincera felicitación.
Hablar de Teresa es muy fácil. Sin embargo resumir todo lo que se puede decir de ella es más complicado. Gran parte de su época como docente la pasó en Salobreña. Dando clases y dirigiendo el primer colegio de Infantil que se abrió allí... Forma parte inseparable de la historia de Salobreña. Allí Juan y ella criaron a Juanjo, Pablo, María y Lucía. Empezaré por contaros que ella fue mi maestra durante mis tres primeros años de escuela. Y lo digo así, mi maestra, con toda la intención, porque eso era ella: una maestra de escuela en el sentido más grande y noble que la palabra permite. Una maestra capaz de hablar con su pizarra... una maestra como pocas...
Así que con ella aprendí a leer, a escribir, a sumar y a multiplicar... Y ella detectó y despertó en mí, mis primeros instintos voraces por la lectura y la poesía. Y por escribir... Y aún hoy, me sigue animando a liberarme de esos fantasmas que impiden compartir estas cosas del alma con los demás.
Las cosas del alma, del alma de Teresa, son de las que merece la pena compartir. Todos tenemos alma... ¿quién sabe lo que cada una esconde? Y como dice Benedetti, el alma no es el cuerpo pero muere con él... Por eso hay que agradecer a Teresa que nos deje con este libro mirar dentro de la suya y compartir cosas tan íntimas, tan bellas, como lo que su interior atesora.
Todas esas cosas se guardan ahora en este libro, y en los muchos que espero que Teresa siga escribiendo... En este libro, “Cantos Rodados”, como ella misma dice en su nota, nos desea que el amor nos llegue, que lo disfrutemos, que trabajemos por conservarlo...
Ella como buena salobreñera, marenga sin remedio, no podía por menos que encontrar la inspiración en el mar. Y encuentra en el amor la semejanza, pero al contrario, de lo que ocurre con los bordes abruptos de una piedra asimétrica, hasta convertirla en un canto rodado...
Creédme que en cosas de amor ella sabe de lo que habla.
Afortunadamente muchas palabras describen a Teresa. Teresa es sensibilidad, es alma, es cante, es flamenco, es pintura... es arte en estado puro. Pero si sólo tuviese una palabra para describirla, sin duda sería esa, amor. Porque es lo que ella trasmite: toda esa artillería que lleva dentro y que con tanta destreza lanza, atravesando a su familia y a todos los que tenemos la suerte de formar parte de su vida...